Bebés de alta demanda y cólicos del lactante
En estos últimos días le he estado dando muchas vueltas al tema de los niños de Alta Demanda.
No tengo duda, que nuestra hija lo era. Sobre todo ahora que puedo comparar de primera mano con otros bebés. Tranquilos, que duermen, comen y hacen caquita. Claro que lloran, porqué todos los bebés lloran en algún momento cuando algo no les gusta (o están incómodos por el pañal sucio, o tienen hambre, etc.)Los niños de alta demanda son otra cosa sin duda. En mi experiencia personal, nuestra hija no dormía en todo el día. Yo no podía comer casi. Tenía que tener la comida preparada y, justo después de darle de mamar tenía que comer en segundos porqué si no comía así, no comía. Una ducha era impensable, porqué nuestra hija se ponía a gritar como si la estuviésemos torturando. ¿Un paseo en cochecito? Era para ella un castigo. Lloraba, lloraba y lloraba. Y ya no hablemos del coche. No soportaba estar en la silla del coche. Y no, no la tranquilizaba ni la hacía dormir. La hacía gritar, la hacía llorar, la hacía sufrir…
A veces paseando (para salir yo de casa más que nada) cuando me cruzaba con otros padres con su bebé dormidito dentro de su capazo me daba una pena tan grande. ¿Por qué ella tenía que llorar tanto?
En ese momento, ni pensé que podría ser un bebé de alta demanda. Yo veía que ella era muy alerta. ¡Madre mía! ¡Si ella nació con los ojos abiertos! ¡La primera vez que la vi en el hospital, justo después de nacer, ya tenía esos ojos grandes bonitos mirándome! Unos ojos profundos, que parecía que ya conocían este mundo. ¡Una pasada! Cuando me daba una tregua en su sillita, en vez de relajarse y quedarse dormida con su balanceo se dedicaba a hacerse botar más fuerte. El móvil de la cuna, en vez de quedarse tranquila mirándolo, jugaba a intentar tocarlo con los pies (¡con solo un mes!), cuando la poníamos en un balancín, en vez de disfrutar del balanceo parecía que estudiaba el mecanismo para saber cómo funcionaba. No debía tener más de dos meses que ya bailaba el “Uptown funck” de Bruno Mars conmigo.
No había duda que era una peque diferente. ¿Qué os voy a decir yo que soy la madre? Que es una niña especial. ¡Jaja! Pero todo viene a un precio… ¡sin duda! Y las batallas que teníamos para que, durante el día, por lo menos hiciese una siesta de 30minutos son indescriptibles.
Y, a lo que iba con estos pensamientos, que muchas veces tengo la sensación que los cólicos (en nuestro caso) debían ir muy ligados a sus características. Era una bebé que apenas dormía. Siempre tenía que estar en contacto conmigo y, ¡gracias a que existe el porteo porqué si no, no sé cómo lo hubiésemos hecho! Siempre tan alerta, siempre despierta (cualquiera se dormía ¡que esto era una pérdida de tiempo y de espíritu!) sin duda llegaba la noche que estaba más que cansada. Estaba agotada.
Como bien sabéis, en Kusi Wawa somos de la corriente que cree que los cólicos tienen dos partes muy diferenciadas muy importantes:
- El cólico se inicia por un dolor/ malestar físico que siente el bebé en la zona intestinal. Le duele o le molesta. Es por esta razón que tratamos éste malestar con la Wawa Band. El calor actúa como analgésico, así que deja de sentir dolor. Además, el calor activa la circulación por lo que aplicado a la zona intestinal ayuda a expulsar gases, a facilitar el tránsito para hacer caca, etc. La aromaterapia, sin duda, ayuda a relajar tanto a bebé como papás.
- Una vez el bebé siente el dolor en la barriguita se desespera. Éste no sabe cómo gestionar ese malestar, así que empieza a llorar (es la única forma que tienen de comunicarlo). Se desespera, empieza a mover manos y piernas rápido. Cuanto más las mueve más nervioso se pone. Al estar cansado de todo el día, su capacidad de “aguantar” una incomodidad así es muy difícil para ellos. Esta es la que decimos, la parte más emocional del cólico. En esta parte, necesitamos darle el soporte necesario al bebé para ayudarle a relajar. Y lo hacemos mediante cinco “pasos” a seguir que nos sugiere un pediatra americano: Dr Harvey Karp (www.happiestbaby.com). Más que nada, lo interpretamos como sugerencias a tener en cuenta, aunque hay que adaptarlas a tu bebé y lo que veas que a él le gusta.
Para nosotros, la combinación de ambos factores fue clave para relajar a nuestra pequeña porque, el uno sin el otro parecía que tenía una deficiencia. Faltaba algo.
Cuando nuestra pequeña se desesperaba, ahora veo muy claro que también era debido al “ritmo de vida” que llevaba durante el día. Sin querer dormir, siempre alerta, siempre jugando o haciendo ‘deporte’(para su edad, levantar la piernas para tocar el móvil o balancearse para hacerse botar más rápido podría ser considerado como tal). Nuestra peque llegaba reventada a la tarde.
Tengo muy claro que todo afecta. Y muchas veces, no sólo el estado de los bebés sino también el estado de los papás. Si es que cuando llegaba la tarde, no sólo nuestra hija estaba reventada. ¡Yo también! Estaba agotada del ritmo que había tenido que llevar a lo largo del día. No podía más… ¡y todavía quedaba la traca final! El Método Kusi Wawa, gracias a su sencillez, ayuda a dar opciones a los papás que ya no saben qué hacer para relajar al bebé. Son unas pautas a seguir que, al cabo de un tiempo de ir aplicando día a día vas haciéndote tuyas y las vas adaptando a lo que tu bebé necesita. Precisamente esta tranquilidad de saber qué hay que hacer, de tener un objetivo, de saber qué estás ayudándole nos tranquiliza mucho. Y no hay mejor escenario para paliar los cólicos de tu bebé que unos papás tranquilos.
Para saber más sobre bebés de alta demanda:
Para saber más sobre bebés de alta demanda:
http://www.bebesymas.com/desarrollo/bebes-de-alta-demanda-caracteristicas-i
http://www.bebesymas.com/ser-padres/sobrellevar-el-dia-a-dia-con-un-bebe-de-alta-demanda
Conoce el método kusi wawa aquí, que te ayudará a relajar a tu bebé con cólicos
http://www.kusiwawa.com
http://www.kusiwawa.com/wawa-band
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02/11/2016