¿Cómo sé si mi hijo sufre de cólicos del lactante?
Los cólicos del lactante. Son quizás el saco más grande que existe en la “detección de condiciones” en la maternidad. En seguida se habla de cólicos, pero, muchas veces, puede tratarse de otras condiciones.
De forma breve, hoy, pretendemos explicar una serie de señales que os pueden ayudar a detectar si vuestro hijo sufre de cólicos. Esto puede ayudaros a distinguir una condición de la otra, pero, si vuestro hijo llora de forma constante nunca dejéis de visitar a vuestro pediatra.
Un bebé que sufre de cólicos es un bebé sano, que sube de peso y come bien, pero que a cierta hora (normalmente por la noche y habitualmente siempre a la misma hora) tiene una crisis de llanto.
¿Cómo podemos diferenciar un llanto normal de un llanto de cólicos?
Cada bebé es distinto, pero habitualmente las señales que nos indican que son cólicos del lactante son bastante similares. Un llanto de cólicos es un llanto muy fuerte. Se parece más a un grito que un llanto. Suele ir acompañado de una flexión de las piernas hacia la barriga (como lo que hacemos los adultos cuando nos duele la barriga) y después un rápido movimiento de piernas y brazos (como de desesperación). Suelen ser extremadamente difíciles de consolar y el llanto suele durar siempre la misma cantidad de tiempo. Hemos conocido casos de niños que lloran una hora, otros casos que lloran cinco horas o más.
En éstos casos, aparte de ayudarlos con masajes o tratamientos preventivos, lo único que podemos hacer en el momento del llanto es intentar reducirles el dolor de barriga y darles soporte emocional para ayudar a calmarlos. Es por esto que el Método Kusi Wawa marca la importancia de aplicar todo el método, des de la aplicación del calor en la zona abdominal mediante la Wawa Band y la realización de la Teoría de las 5S de Dr Karp mediante el Wawa Wrap.
¿Qué no son cólicos?
Si tu hijo tiene malestar después de cada comida e incluso devuelve cada vez que come, puede ser un símbolo que tal vez tu hijo tenga una disfunción digestiva. Las más comunes son acidez o reflujo, pero puede tratarse también de algo más grave como alergia a la proteína de vaca, etc.
En estos casos es importante visitar al pediatra y contarle los síntomas porque éstos a menudo son más difíciles de superar.
Otro símbolo que nos puede ayudar a ver si son cólicos o no es el tiempo. Si el bebé tiene más de tres meses y sigue llorando, es una clara señal que es una condición diferente al cólico del lactante. Los cólicos duran hasta los tres meses, y luego, desaparecen. Si ves que tu hijo tiene más de tres meses y sigue con las mismas condiciones. Es importante acudir al pediatra para ver si hay otra condición.
Otras veces, los cólicos también se confunden con gases. Los gases son muy molestos para los bebés y sí que les provocará tener algunos retortijones. Los bebés lloran por la incomodidad, pero una vez ha pasado el gas, dejan de llorar. El llanto suele estar relacionado al momento de comer (un rato más tarde, cuando están realizando la digestión), y es muy importante ayudarles a pasar el gas. Con la aplicación de calor en la zona abdominal (con la Wawa Band), se consigue el efecto esperado. El calor genera movimiento y ayuda a regularizar el tránsito intestinal. Sólo con la aplicación de calor es suficiente para calmar al bebé y no requieren de tanto soporte emocional. Son más fáciles de calmar.
Estas señales son una guía rápida a la detección de los cólicos del lactante. Sin embargo, siempre es importante consolidar la información con tu pediatra o tu enfermera pediatra de cabecera.
Conoce el método kusi wawa para ayudar a aliviar los bebés que sufren de cólicos
http://www.kusiwawa.com/
21/07/2016