El contacto favorece la felicidad
Hoy hablaremos del cariño y el contacto. Todos sabemos que el cariño es esencial para todos nosotros. No solo los niños. Cuando un adulto siente falta de cariño, falta de contacto, se siente mal y desplazado. La realidad es, que somos mamíferos, por lo que necesitamos vivir en contacto.
Precisamente por esto, Vimala Schenneider (actualmente McClure) quedó prendada cuando viajó a la india a ver como los orfanatos gestionaban esta falta de cariño (al no tener padres). En la India desde hace siglos que las mamás masajean de forma intuitiva a sus pequeños de forma rutinaria. Favoreciendo el contacto, la conexión entre niños y cuidadores; y en definitiva mejorando el estado de felicidad de la sociedad.
A raíz de esta experiencia, fundó la Asociación Internacional de Masaje Infantil, que enseña a padres de todo el mundo a masajear a sus bebés de forma correcta. Y por esto nos encanta también a nosotros porqué en Kusi Wawa creemos que el contacto es básico para desarrollar una buena autoestima y un estado de felicidad del bebé.
En el post de hoy, hablaremos pero de numerosos estudios que han querido confirmar de forma científica que el AFECTO, el CARIÑO y el AMOR que los padres dan a sus hijos modifica, en mucho, la conducta y el futuro de los hijos.
En 2010 en un estudio de Duke University Medical School se hizo un estudio a 500 familias, de las cuales se las observó interactuar con sus hijos recién nacidos. Se dejaron pasar 30 años y luego, se entrevistó a los adultos. La conclusión del estudio es que los bebés cuyas familias cuyos padres eran más afectivos y atendían más a sus hijos, eran adultos más seguros de sí mismos, más flexibles y sufrían de menos ansiedad.
En dicho estudio, los científicos encontraron que la OXITOCINA podría ser la culpable de este hecho. La oxitocina es un químico que genera tu cerebro cuando una persona siente amor y conexión. Es precisamente lo que ayuda a los papás a sentir esta conexión tan fuerte con sus hijos.
En el 2015 la Universidad de Notre Dame entrevistó a 600 adultos. El estudio estaba destinado a ver como el afecto que uno recibía por parte de sus progenitores podía influenciar en la vida de éste mismo niño al ser adulto. Se entrevistó a estos adultos y se les preguntó específicamente por el estilo de crianza de sus padres, del contacto físico que recibían, etc. Esos adultos que sentían que tuvieron menos afección por parte de sus padres tenían más problemas de adultos, como, por ejemplo, enfermedades mentales, menos capacidad de empatizar con los demás, y más problemas en contextos sociales.
En otro estudio también se estudió como el PIEL CON PIEL también tiene efectos muy positivos para los bebés. Se encontró que aquellos que habían tenido el contacto con sus progenitores y había hecho el piel con piel, estaban mucho más relajados y dormían mucho mejor. Por lo que favorecía su desarrollo mental. Comparándolos con otros bebés que no habían tenido dicha suerte, vieron que ellos disponían de muchos más niveles de cortisol – la hormona del estrés.
Por esto, es tan importante estar cerca de nuestros hijos. Hacerles masajes. asegurarnos un ambiente de amor y de contacto. No nos dejemos engañar por los: “cuidado que se acostumbra”. ¿Y qué más da que se acostumbre? Ojalá todos los bebés tuvieran la suerte de ser acostumbrados.
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O este artículo sobre el post parto
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